Redacción
Mostrando el máximo de sus capacidades físicas y mentales, a lo largo de 10 días en El Salvador, ocho elementos de los Murciélagos del Ejército mexicano se medirán con la élite de 15 países de América y el Caribe en la competencia Fuerzas Comando 2025 que agrupa a los equipos de fuerzas especiales de Estados Unidos, Colombia y otras naciones.
El torneo Fuerzas Comando es organizado por el Comando Sur de los Estados Unidos de América (SOCSOUTH) desde el 2004, el cual es considerado como el principal escenario de pruebas tácticas, técnicas y físicas para los equipos de fuerzas especiales a nivel continental.
Desde el 18 de agosto hasta el día 30, el Cuerpo de Fuerzas Especiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), buscará demostrar su disciplina, profesionalismo y nivel de adiestramiento a través de siete pruebas como:
- Acondicionamiento físico.
- Ejercicio de asalto.
- Tiro de precisión.
- Asalto combinado.
- Marcha forzada y tiro.
- Pista de obstáculos.
- Prueba acuática.
Para este año, México participa con un equipo conformado por ocho elementos: un jefe, cinco oficiales y dos de tropa en una competición que, según la Defensa Nacional:
“Reafirma el compromiso del Ejército mexicano con la cooperación multinacional, la confianza entre naciones y el perfeccionamiento de tácticas y procedimiento en el marco de la seguridad hemisférica”.
El 18 de agosto, la Base Aérea de Ilopango, en El Salvador, se convirtió en la pasarela de los equipos más preparados de las fuerzas armadas de México, Argentina, Belice, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana.
Entre los equipos que participarán están el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES) de Colombia, el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) de Carabineros de Chile, la Patrulla Conjunta de Argentina, entre otros grupos de élite.
Este ejercicio militar define en cada edición a los equipos más preparados, a través de pruebas que destacan por su nivel de dificultad y realismo con ejercicios que evalúan la resistencia física, puntería y capacidad de trabajo bajo presión.
En los que se incluyen recorridos con equipo táctico en diferentes escenarios, tiro de precisión y rescate de rehenes entre otras pruebas.
La historia de México en el certamen inició cuando se incorporó en 2015, primer año en que un equipo representativo del Cuerpo de Fuerzas Especiales participó y con ello abrió un camino de presencia en el ámbito internacional para la élite castrense.
A lo largo de siete participaciones, los equipos nacionales “han demostrado disciplina, profesionalismo y un elevado nivel de adiestramiento”.
En la edición del año pasado, México se coronó campeón entre 17 países, además de ser reconocido como el mejor en la exigente prueba física.
Esto último luego de superar a sus similares de Colombia y los Estados Unidos que obtuvieron el segundo y tercer lugar, respectivamente, en ese mismo año en Panamá.
“Fuerzas Comando representa para las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano, una oportunidad para el intercambio de conocimientos y experiencias de Fuerzas Especiales de otros países participantes, al ser un espacio para compartir tácticas, técnicas, fortalecer lazos de amistad y reforzar la preparación para cumplir las misiones que les sean encomendadas a este tipo de fuerzas”, destacó el Ejército.
¿Cómo son las pruebas?
Durante la prueba de acondicionamiento físico los seis participantes de cada equipo deben completar una carrera de cuatro kilómetros con un chaleco de 20 libras, además de 40 lagartijas, 40 abdominales, 10 dominadas en barra en el menor tiempo posible para obtener un máximo de 100 puntos.
Para la prueba de asalto los equipos son evaluados en fundamentos individuales de tiro a corta distancia en distintas posiciones y con diferentes tipos de armamento en los que podrán obtener un máximo de 100 puntos por prueba, de acuerdo a su velocidad y precisión.
En los ejercicios de francotiradores, los operadores especiales serán evaluados en disparos a larga distancia, atención de heridos en combate, desplazamiento sigiloso, identificación de objetivos y una de las pruebas más extremas es el tiro desde un UH-60 Black Hawk.
La fase de asalto combinado pone a prueba las cualidades de estrategia y control durante una intervención certera en la que los tiradores de precisión y equipo de asalto muestran sus habilidades y destrezas para obtener 100 puntos.
Durante la marcha forzada y tiro los equipos se desplazan durante la noche sin que conozcan la distancia a recorrer empleando su equipo táctico para lograr obtener un máximo de 200 puntos.
Posteriormente, las tropas de élite tendrán que superar la pista de obstáculos que pondrá a prueba, una vez más, sus habilidades y destrezas para obtener un máximo de 200 puntos.
Finalmente, los equipos de fuerzas especiales buscarán los últimos 200 puntos en la prueba acuática, donde abordarán una aeronave de ala rotativa CH-47 Chinook.
Posteriormente, subirán a una lancha tipo Zodiac con la que remarán alrededor de un kilómetro y luego nadarán hasta la orilla para trasladarse al campo de tiro en la que finalizarán la competencia con pruebas de tiro.