Redacción
Una nueva propuesta fiscal presentada por Donald Trump ha generado controversia en Estados Unidos y México, principalmente por incluir un impuesto del 5 por ciento a las remesas que los migrantes envían a sus países de origen.
Aunque el presidente presionó para que se aprobara rápidamente, su propio partido le cerró el paso en el Congreso.
La iniciativa, conocida como el “Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, buscaba extender los recortes fiscales de su primer mandato y aplicar nuevas reducciones de impuestos.
Sin embargo, varios legisladores republicanos expresaron su desacuerdo, especialmente por el posible impacto que tendría en el déficit federal.
Durante una sesión del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, cinco congresistas conservadores votaron en contra del proyecto, argumentando que aumentaría el endeudamiento público y pondría en riesgo la estabilidad financiera del país. Solo tres votos bastaban para frenar su avance.
Impuestos a las remesas
Uno de los puntos que más críticas ha generado es el impuesto a las remesas, una medida que, de ser aprobada, afectaría directamente a millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos.
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum respondió de inmediato, calificando la medida como una acción injusta y discriminatoria contra quienes ayudan económicamente a sus familias desde el extranjero.
Trump, por su parte, defendió su iniciativa desde su red social, Truth Social, señalando que los recortes de impuestos beneficiarían a todos los estadounidenses y que el endurecimiento de reglas para Medicaid serviría para proteger ese sistema de salud para quienes “realmente lo necesitan”.
Incentivos fiscales
Además de las remesas, el proyecto contempla incentivos fiscales para quienes compren autos fabricados en Estados Unidos, mayores deducciones para trabajadores con propinas, y beneficios fiscales para familias con hijos y adultos mayores.
No obstante, los recortes también afectarían programas sociales como Medicaid y SNAP, lo que ha provocado diferencias internas en el Partido Republicano entre conservadores y moderados.
Mientras algunos congresistas buscan ajustes más duros y rápidos al gasto público, otros temen el impacto social que tendría reducir apoyos alimentarios o servicios médicos en sus distritos.
Por el momento, sin el aval del Comité de Presupuesto, el megaproyecto que incluye el impuesto a las remesas se mantiene congelado. Y aunque Trump insiste en aprobarlo antes del 4 de julio, la falta de consenso dentro de su partido complica su avance. / Con información de EFE