Redacción
Guillermo Hermoso de Mendoza sigue construyendo su propia historia, que cada día va teniendo más rotundidad. Lo hizo el en Aguascalientes poniendo. literalmente, el ‘Hermoso’ cerrojazo a una feria triunfal, que transitó por un emocionante sendero de faenas, orejas, rabos e indultos, trofeos que algunos cuestionaron, pero que, en conjunto y mayoría, le dan sustento al mejor San Marcos de los últimos diez años. Y a la que se ha consolidado como la mejor feria de América Latina. En 11 corridas de toros, a las que acudieron más de 90 mil personas, lo que representa el 30 por ciento de incremento con respecto a años pasados, con otra noticia mejor: las mujeres y los jóvenes formaron parte de ese halagüeño aumento.
Y así, halagador también, contundente y rotundo fue el triunfo de Guillermo Hermoso, quien consiguió cortar cuatro orejas y un rabo, ante dos de los cuatro magníficos toros de Peñalba, ganadería propiedad de Javier Bernaldo, elegante matador de toros, que con este nuevo hierro, le ha dado un toque de su conocida clase, aderezado con bravura y emotividad a sus astados, no sólo para los rejoneadores, sino para los toreros de a pie, y si no, pregúntenle a Fernando Robleño, creador de una inolvidable faena, en su adiós de este ruedo.
Hermoso estuvo avasallador, dominante de los caballos, variado, toreando muy de cerca y entendiendo perfectamente que a su primero que tuvo clase le faltó un poco de movilidad; y la bravura emocionante de su segundo. El riesgo es que a veces lo hace ver todo tan fácil. Es un joven que, desde bebé, se mueve entre toros y caballos, su mundo; y que ayer convenció a los miles de aficionados que, al ver doblar sin puntilla al segundo de la tarde, exigieron las orejas, y cuando sucedió, menos espectacular, pero definitivo con su segundo, como impulsados por un resorte se levantaron a la par y le arrancaron de la mano el rabo al juez César Pastor.
Al final fue el único rabo de los tres que se pasearon, cortado, pues el otro par resultó de dos extraordinarios toros de indulto, el de Corlomé, ‘Puro Oro’; y ‘Centinela’ en recuerdo del inolvidable Alberto Bailléres, de Mimiahuápam. Conocedor de los terrenos, de las distancias, de los momentos, Guillermo rubricó su actuación con dos soberbios pares a dos manos que fueron la locura. En fin, que su padre Pablo, desde el callejón, miraba a su hijo emocionado, orgulloso, y sabedor de que su hijo, ya es un adulto taurino y que, aunque se apellide Hermoso de Mendoza, su historia le pertenece y cada tarde Guillermo la va haciendo más suya.
Dio la vuelta al ruedo con el ganadero Javier Bernaldo pues otros dos toros, el lote de Fauro Aloi, también se significaron. Estos tuvieron bravura y por tanto, exigencia. Fauro es un buen rejoneador, pero aún no puede compararse en experiencia a sus alternantes. Sin embargo, con actitud y cualidades, en su primero lució clavando valiente banderillas en terrenos comprometidos; aunque en su segundo, ya menos presionado, lució más, se vio suelto y dominador, por lo que al final pidieron para él la oreja mientras al toro le dieron arrastre lento.
Los 20 años de experiencia de Jorge Hernández le permitieron no pasar desapercibido, porque el elegante caballista potosino se llevó lo menos potable. Dos astados cuyas cualidades se apagaron muy pronto, pero que, con uno de ellos, el primero, pudo haber cortado una oreja si no falla con el rejón, porque ayer Jorge falló de más en la suerte suprema.
El debut de los forcados de Santarém, Portugal, lució gracias al profesionalismo del grupo de Forcados Mexicanos que comanda el miembro más reconocido e importante, de estos valientes actores de la fiesta mexicana, René Tirado, quien observó que dos de los tres astados que les correspondían como anfitriones pegar, no daban posibilidades, uno porque acusó una leve lesión en las patas, y el otro porque en un derrote se aflojó el pitón izquierdo.
Entonces, en lugar de repartirse los otros cuatro que quedaban, dejaron que los invitados pegaran a tres lo cual hicieron con mucha precisión y emoción los lusos: Joaquim Grave (familiar de la casa ganadera Murteira Grave); Salvador Ribeiro Almeida y Bernardo Bento, que logró la pega más espectacular en el sexto.
Acostumbrados a ser ellos los protagonistas, los dos primeros se dieron una vuelta al ruedo por su cuenta; no así Bento que fue invitado por el director de lidia en el sexto, Aloi, como se acostumbra en México, pero evidentemente no lo hicieron con mala intención, pues además estos valientes portugueses, miembros del grupo más antiguo del mundo, debutaron ayer en nuestro país.