Redacción
Los franceses recuperaron este miércoles pequeños placeres que habían olvidado con la pandemia, como tomar algo en el interior de un café o hacer deporte en un gimnasio, gracias a la flexibilización de las restricciones contra el covid-19.
Tres semanas después de la reapertura de las terrazas de los cafés, los cines y los museos, la segunda etapa de desescalada empezó este miércoles con un toque de queda que pasa de las 21H00 a las 23H00.
Además los cafés y restaurantes podrán volver a recibir a gente en el interior, con un aforo máximo del 50% de la capacidad, lo que permitirá reabrir un buen número de pequeños establecimientos que no tiene terrazas o de tamaño insuficiente para ser rentables.
Los deportistas pueden por su parte volver a entrar en gimnasios o piscinas.
‘Nueva vida’
Tras siete meses de privación, Stéphanie Moscoso, una estudiante brasileña del Instituto de Ciencias Políticas de París, acudió a un gimnasio del segundo distrito de París, donde tiene un abono.
Francia también recupera la tradición del café matutino.
En los trenes, los vagones-bar que estaban cerrados desde el 2 de noviembre pueden volver a acoger a los pasajeros, como en el TGV París-Nantes que salió de la estación de París Montparnasse a las 6.23 horas.
Matthieu Marie, un joven ejecutivo de camino a la región de Vendée, en la costa atlántica, compró algo de comer.
Pero solo si la situación sanitaria sigue mejorando, advirtió el martes el presidente francés, Emmanuel Macron, que pidió a los franceses que sigan siendo «prudentes» y se vacunen masivamente.