Redacción
Emma Heming Willis se abrió por primera vez sobre cómo ha sido cuidar a Bruce desde que recibió su diagnóstico de demencia frontotemporal. En esta ocasión habló con sinceridad sobre lo desafiante que ha sido esta etapa, y cómo la enfermedad ha transformado la rutina familiar y la manera en que viven cada día juntos.
Pensando siempre en la seguridad y bienestar de sus hijas, Emma tomó la difícil decisión de que Bruce viviera en un hogar especializado, donde pudiera recibir la atención que necesita. Aunque fue un paso doloroso, la modelo y escritora dejó claro que su prioridad es el cuidado de su esposo y mantener la estabilidad emocional de toda la familia.
Emma y su familia tuvieron que reinventar la forma en que se relacionaban con Bruce
La labor de Emma como cuidadora comenzó cuando se hizo público que Bruce enfrentaba dificultades con el lenguaje, lo que lo obligó a alejarse de la actuación. Con el paso del tiempo, se hizo evidente que estos cambios no eran solo temporales y que afectaban su forma de interactuar con la familia y su entorno cercano.
Emma compartió que la personalidad de Bruce empezó a transformarse, pues se volvió más reservado y menos expresivo, lo que sorprendió a quienes lo conocían por su carácter cálido y cercano. Para la familia, notar esta diferencia fue un momento difícil, ya que el Bruce de antes parecía ir desapareciendo poco a poco.
Tras más estudios, se confirmó que se trataba de demencia frontotemporal, una enfermedad que afecta progresivamente la comunicación, el comportamiento y otras funciones cognitivas esenciales. Recibir este diagnóstico fue un momento desgarrador para Emma, quien sintió la magnitud del cambio que enfrentaban como familia.
A medida que la enfermedad avanzó, Emma y su familia tuvieron que reinventar la forma en que se relacionaban con Bruce. Aunque mantiene su buena salud física, la comunicación se volvió complicada, y ellos han encontrado nuevas maneras de entenderse y mantenerse cerca, adaptándose a cada etapa de esta difícil experiencia.
La difícil decisión de Emma Heming para cuidar a Bruce
Emma Heming enfrentó una difícil decisión al reconocer que necesitaba mudarse a una casa adaptada a sus necesidades. Se trata de un espacio de un solo piso, diseñado para brindarle seguridad y comodidad, con personal disponible todo el día. Aunque separar a Bruce del hogar familiar fue doloroso, Emma priorizó crear un entorno estable tanto para él como para sus hijas.
Con dos hijas pequeñas, Mabel y Evelyn, y tres hijas mayores de la relación anterior de Bruce, Emma tuvo que reorganizar la vida familiar por completo.
Emma se dio cuenta de que el ritmo y el ruido del día a día empeoraban la situación de Bruce. Por eso comenzó a limitar ciertas actividades en casa y a reducir visitas, haciendo ajustes importantes en la vida familiar para protegerlo y mantener un ambiente más tranquilo y controlado.
La mudanza también permitió que familiares y amigos pudieran visitar a Bruce con mayor facilidad. Ella lo acompaña cada mañana y vuelve a casa por la noche, logrando mantener la cercanía. Además, la nueva casa se ha convertido en un espacio donde las hijas pueden sentirse cómodas y seguir compartiendo momentos con su padre sin alterar su rutina.
Además, describe este hogar como un lugar lleno de calidez y cariño, donde se mantiene el contacto con amigos y se conserva un ambiente alegre. Aunque la decisión fue difícil y requirió grandes cambios, asegura que haber creado este espacio ha sido esencial para cuidar de Bruce y proteger la armonía de la familia.