Redacción
El hijo del legendario boxeador Jorge “El Maromero” Páez—Airam Páez—ha incursionado en la música con una canción dedicada a su padre, rindiendo tributo a su historia y legado.
Por medio de las redes sociales de Pepe Garza, fue como se volvió a difundir el tema, donde el hijo del boxeador la interpretó en vivo, sorprendiendo a los fans.
Este corrido, de la autoría de Airam Páez, ha tenido una excelente aceptación por parte de la audiencia a poco tiempo de su estreno.
La letra refleja la admiración filial y rescata momentos clave de la vida de Páez: su origen en el circo, sus piruetas características, su ascenso al título mundial y su carisma único que lo convirtió en una figura emblemática del boxeo mexicano.
La canción, que mezcla corrido y ritmos urbanos, enfatiza valores como la perseverancia, la pasión y el orgullo por sus raíces. A través de versos conmovedores, Airam destaca que, aunque su padre dejó el cuadrilátero hace años, su espíritu sigue vivo en cada “maroma” y en cada recuerdo del pueblo.
Él es Airam Páez, el legado musical de Maromero
Airam Páez es un canta autor mexicano, originario de Mexicali Baja California, además de ser hijo de la leyenda del boxeo y campeón mundial “Jorge Maromero Páez”, se ha convertido en otro exponente del regional en México, con fusión de otros géneros tropicales.
¿El Maromero Páez: ¿quién era la leyenda del boxeo?
Jorge Adolfo Febles Páez, mejor conocido como El Maromero Páez, nació el 27 de octubre de 1965 en Mexicali, Baja California. Desde pequeño estuvo rodeado de luces y aplausos, pero no en el cuadrilátero, sino en la carpa de circo donde creció como acróbata.
Esa formación circense marcó para siempre su personalidad y su forma de pelear: con movimientos vistosos, maromas y un carisma único que conquistó a la afición.
Su debut profesional en el boxeo llegó en 1984 y, apenas cuatro años después, logró conquistar el título mundial pluma de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) tras derrotar al estadounidense Calvin Grove en una pelea histórica, pues fue la última programada a 15 asaltos en la era moderna.
El Maromero no solo era eficaz en el ring, también era un verdadero showman. Con peinados excéntricos, vestuarios coloridos y entradas espectaculares, se ganó tanto el respeto de sus rivales como el cariño del público.