Redacción
El torneo de Wimbledon cerró su edición de 2025 con el tradicional baile de los campeones. Jannik Sinner e Iga Swiatek vistieron su mejores galas para dar unos pasos en el escenario delante de todos los asistentes a la cena.
“Es un problema. No soy muy bueno bailando. Pero bueno… puedo arreglármelas” había dicho el italiano horas antes y, efectivamente, se notó que bailar no es lo suyo, protagonizando uno de los momentos con menos química que se recuerda.
Una divertida anécdota para quienes han sido, sin duda, los mejores este año sobre la hierba del All England Club de Londres.
Tanto el italiano como la polaca han añadido este año Wimbledon a sus excelsos palmareses, en una clara demostración de que son dos tenistas llamados a ser recordados en el circuito durante mucho tiempo, un bonito momento que no estuvo exento de polémica.
Y es que no han sido pocos los que han recordado que los campeones de este año se han visto recientemente envueltos en casos de dopaje.
Por un lado, Sinner cumplió a principios de año tres meses de sanción por haber dado positivo dado positivo por clostebol en dos controles antidopaje en marzo de 2024 durante el Masters 1000 de Indian Wells.
Tras ser considerado inicialmente inocente por considerar que se trató de un positivo accidental, el número 1 del mundo acabó pactando con la AMA para evitar un castigo que hubiera podido llegar a los dos años sin jugar.
Iga Swiatek, por su parte, fue sancionada por dar positivo en trimetazidina, un medicamento que se utiliza en el tratamiento de las anginas de pecho. Catalogada como un modulador hormonal y metabólico, y utilizado por su supuesta mejoría sobre la función cardiaca y la resistencia en deportistas, la AMA la incluyó en su listado de sustancias prohibidas en 2014.
Tal como pasó con Sinner, la Agencia Internacional para la Integridad en el Tenis (ITIA) declaró que la contaminación fue involuntaria, y que provenía de un medicamento de melatonina, de venta libre en Polonia, que contenía dicha sustancia prohibida por la AMA.
La reciente campeona de Wimbledon lo había estado tomando con el objetivo de combatir los problemas de sueño y el jet lag, y alegó desconocer la sustancia que había ingerido.