Redacción
La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, comenzó este martes 17 de junio a cumplir una condena firme de seis años de prisión por corrupción, bajo la modalidad de arresto domiciliario. La decisión fue confirmada por el juez Jorge Gorini, quien también dejó sin efecto la citación judicial que tenía prevista para este miércoles.
La medida fue formalizada a través de una resolución judicial que establece que Fernández de Kirchner, quien gobernó entre 2007 y 2015, “se encuentra, en calidad de detenida bajo la modalidad de prisión domiciliaria, cumpliendo la pena firme de seis años de prisión”. Además, la sentencia incluye la inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos, así como las “accesorias legales y las costas del proceso” que se le impusieron en esta causa.
¿Por qué fue condenada Cristina Fernández de Kirchner?
La condena corresponde a una causa por irregularidades en la adjudicación de obras públicas durante su gestión, y marca un punto de quiebre en su carrera política. Aunque aún conserva fuerte influencia dentro del peronismo, la sentencia pone un freno definitivo a cualquier aspiración electoral futura.
Esta resolución convierte a Cristina Fernández en la primera expresidenta argentina con una condena judicial firme y en cumplimiento efectivo, lo cual tiene un fuerte impacto tanto político como judicial en el país sudamericano.
Así será el arresto de Cristina Fernández
En un plazo de 48 horas, Fernández deberá presentar ante la Justicia un listado de las personas que integran su grupo familiar, su custodia policial, los profesionales médicos que la tratan normalmente y los abogados que la representan, quienes podrán acceder a su domicilio sin autorización judicial.
El cumplimiento de estas condiciones deberá ser supervisado por la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal, que elevará a la Justicia un informe cada tres meses para evaluar el grado de acatamiento de las reglas impuestas.
El juez ordenó colocar a Fernández un dispositivo de vigilancia electrónico. Los abogados de la expresidenta habían solicitado que no se le colocara dicho dispositivo al considerar que no era posible la fuga y por evitar que fuera humillada.

