Redacción
El próximo 7 de mayo se llevará a cabo el cónclave en el Vaticano para elegir al sucesor del papa Francisco, y como es tradición, el lugar que albergará este momento histórico será la Capilla Sixtina, uno de los recintos más emblemáticos y enigmáticos de la Iglesia Católica.
Este espacio no solo es el epicentro de la elección papal, sino también una joya del arte renacentista que ha cautivado al mundo durante siglos.
Pero más allá de su belleza visual y carga espiritual, la Capilla Sixtina es también un lugar lleno de anécdotas, secretos y curiosidades que pocos conocen. Aquí te presentamos cinco datos que explican por qué este sitio es tan especial y misterioso dentro del Vaticano.
No fue diseñada originalmente para elegir Papas
Aunque hoy es famosa por ser el escenario del cónclave, la Capilla Sixtina fue construida en 1473 por orden del papa Sixto IV como capilla privada para ceremonias papales.
No fue sino hasta 1492 cuando se usó por primera vez para una elección papal.
El fresco más famoso del mundo está en su techo
El techo de la capilla fue pintado por Miguel Ángel entre 1508 y 1512, y representa nueve escenas del Génesis, incluyendo “La creación de Adán”, una de las imágenes más icónicas del arte universal.
Miguel Ángel trabajó casi cuatro años en condiciones extremas, pintando de pie sobre andamios.
El Juicio Final causó polémica
En la pared del altar se encuentra “El Juicio Final”, también obra de Miguel Ángel. Su nivel de detalle y la gran cantidad de figuras desnudas causaron controversia.
Años después, la Iglesia mandó cubrir varias con túnicas, en un retoque conocido como “la campaña de la decencia”.
El humo lo dice todo
Durante el cónclave, los cardenales escriben sus votos en secreto y los queman después de cada ronda.
Si el humo que sale por la chimenea es negro, significa que aún no hay Papa. Si es blanco, el mundo entero sabrá que ha sido elegido un nuevo pontífice.
Solo pueden entrar los cardenales (y nadie más)
Una vez iniciado el cónclave, la Capilla Sixtina queda completamente cerrada al mundo exterior. Solo los cardenales tienen acceso, sin asesores, sin cámaras, sin teléfonos ni contacto con el exterior.
La Capilla Sixtina no solo será el escenario del próximo cónclave; es también un símbolo de historia, fe y arte que sigue siendo protagonista de uno de los rituales más importantes del Vaticano.