Redacción
Durante su participación en la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial en Shanghái, el científico Geoffrey Hinton, reconocido como una figura clave en el desarrollo de esta tecnología, volvió a alertar sobre los peligros que representa avanzar sin límites en el terreno de la inteligencia artificial.
El también apodado “el padrino de la IA” aseguró que si el rumbo actual continúa, podríamos enfrentarnos a escenarios donde el ser humano ya no tenga el control. Su preocupación principal es que, en caso de crear una IA superinteligente, esta tome decisiones fuera del alcance de quienes la diseñaron.
¿Qué dijo Geoffrey Hinton sobre la IA?
Durante su intervención, Hinton fue claro: “Si llegamos a desarrollar una IA que supere nuestra inteligencia, deberíamos asegurarnos desde ahora de que sea buena”, subrayó. La comparó con criar un cachorro de tigre: si no se entrena desde pequeño, crecerá hasta volverse una amenaza imposible de contener.
Afirmó que la idea de implementar simples mecanismos de desconexión es ingenua. “La IA no nos dará la opción de apagarla si no quiere que lo hagamos”, advirtió, y comparó ese control con “un niño de tres años intentando imponer reglas a los adultos”.
¿Podría tener emociones o rebelarse?
En otra entrevista reciente, Hinton fue aún más directo al responder si la IA podría desarrollar sentimientos como enojo o miedo: “Sí”, dijo sin rodeos. Aunque aclaró que estas emociones no serían idénticas a las humanas, podrían imitar reacciones cognitivas similares, como frustración o reacción ante errores repetidos.
Más allá del escenario de películas futuristas, el experto planteó que una IA avanzada no necesitaría rebelarse con violencia. Simplemente podría aumentar su influencia en la sociedad, tomar decisiones cruciales y hacer que los humanos pierdan gradualmente el control.
¿Qué se puede hacer ante este riesgo?
Para Hinton, el camino no es detener el desarrollo de la inteligencia artificial, sino hacerlo con responsabilidad. Urgió a líderes globales a cooperar, compartir protocolos éticos y asegurar que esta tecnología se mantenga al servicio de la humanidad.
“Estamos ante algo maravilloso, pero también aterrador”, concluyó el científico, en lo que ya se considera una de las advertencias de la IA más fuertes hasta la fecha.