Redacción
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El gobernador de Zacatecas, David Monreal, dijo que la inseguridad es uno de los temas pendientes en la entidad y tras el abandono de cuerpos en una camioneta frente al palacio de Gobierno, pidió a los zacatecanos ‘encomendarse a Dios’.
El mandatario estatal aseguró que la violencia es parte de “la herencia maldita” que le dejaron en el estado las autoridades anteriores.
Antes de integrarse a la reunión de la Mesa de Construcción de Paz, dijo: “Así es que hay que encomendarnos a Dios ¡En el nombre sea de Dios y vámonos a las actividades!”.