Redacción
Marilou Vioix, estudiante francesa de Fisioterapia en la Universidad de Vic (UVIC), rompió el silencio tras cuatro años de acoso escolar. La joven aseguró que la institución no solo ignoró su sufrimiento, sino que le impidió expresarse durante su ceremonia de graduación.
El pasado 16 de junio, Marilou Vioix planeaba dar un discurso frente a sus compañeros, docentes y familiares, donde relataría el acoso vivido desde el inicio de su carrera. Sin embargo, la UVIC le negó la palabra.
Como protesta simbólica, se quitó la estola y repartió volantes con su testimonio entre los asistentes. “Viví un infierno”, escribió. Más tarde, declaró que el silencio institucional le generó más trauma que el acoso mismo.
La universidad ignoró los hechos
Los abusos físicos y psicológicos comenzaron en 2021. La joven sufrió un traumatismo craneoencefálico y otro facial en diferentes incidentes presuntamente provocados por compañeros.
A esto se sumaron agresiones verbales, amenazas de muerte, marginación social, difusión de comentarios misóginos y hasta la toma de fotografías sin su consentimiento durante una clase práctica.
Aunque presentó denuncia y fue acompañada por una consejera, el caso fue desviado a una mediación donde, según cuenta, no se admitieron pruebas ni se escucharon a testigos ni familiares.
La UVIC argumentó que no podía intervenir, ya que los hechos ocurrieron fuera del campus. No obstante, Marilou Vioix sostiene que muchos actos sí sucedieron dentro del entorno universitario.
“La respuesta de la Universidad fue siempre la misma, que no se podía hacer nada debido a un acuerdo firmado con los presuntos agresores. ¿Sabes lo que se siente al caminar entre miradas sucias y burlas? ¿Sabes lo que se siente sentirte odiada sin un motivo que no conoces por alguien a quien no has hecho nada? ¿Sabes lo que es escuchar ladridos a tu paso como si fueras una put*?”, expresó.
Frustrada por la censura, la joven fue invitada el 20 de junio al escenario del Share Festival en Barcelona, donde habló ante más de 20 mil personas. Su intervención, difundida por redes sociales, se volvió viral con más de 50 mil visualizaciones. “No soportan verte brillar”, dijo frente al público.
Hoy, Marilou Vioix ha sido contactada por otras estudiantes con experiencias similares. Aunque su historia comenzó con dolor, su testimonio ha abierto un debate necesario sobre el acoso escolar y la responsabilidad institucional.