Redacción
La crisis en Birmania por el golpe de Estado ha entrado en una nueva fase por el recrudecimiento de los combates entre el Ejército y nuevas milicias civiles que han dejado centenares de muertos y decenas de miles de desplazados.
Con escopetas, armas y explosivos caseros, estas milicias han causado numerosas muertes entre el Ejército birmano, conocido como el Tatmadaw, que a su vez ha perpetrado ataques y bombardeos contra los rebeldes y también civiles.
En un informe la ONG Crisis Group señaló que las fuerzas de seguridad han recurrido a artillería pesada y agresiones con helicóptero en varias zonas del país como la occidental ciudad de Mindat.
Estas acciones de represalia han obligado a al menos 230,000 personas a refugiarse en bosques, mientras los militares han sido acusados de bloquear el suministro de ayuda humanitaria, según la ONU.
Represión Brutal
Tras casi cinco meses desde el golpe militar del pasado 1 de febrero, que terminó con la joven democracia en Birmania, el Ejército no ha logrado controlar todo el país a pesar de la brutal represión contra la oposición al mando castrense.
Al menos 883 personas han perdido la vida a raíz de la violencia desatada según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos. Según Crisis Group, algunos de estos manifestantes convertidos en milicianos se han entrenado con las guerrillas y, aunque usan sobre todo armas caseras, también se han armado con rifles de asalto M-16 y AK-47.