Redacción
El vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, confirmó el registro de una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por el robo que sufrió la parroquia de San Pedro y San Pablo, perteneciente al municipio de Cadereyta, durante el pasado sábado 22 de febrero.
Los ladrones, se llevaron el copón donde se depositan las hostias consagradas para realizar la comunión de los fieles y es por esa razón, el alto prelado de la Diócesis de Querétaro aseguró que es un acto que lastima a toda la comunidad de dicha religión, debido a que se profanó uno de los valores más importantes del catolicismo, el agravio al Santísimo Sacramento.
“Para nosotros los católicos, pues es una grande ofensa y nos lastima mucho, porque en la eucaristía, la presencia real de Jesús, pues viene profanada y para nosotros, se considera como actos de sacrilegio”, comentó Lara Becerril.
Pese a que también en el último año se registró un robo similar en una parroquia del municipio de Amealco, el vicario señaló que no existe alarma entre la comunidad sobre este tipo de ilícitos, porque en la gran mayoría de los templos, son los fieles, apoyados por las autoridades, quienes resguardan la seguridad.
“Creo que nuestros templos en general están resguardados, están custodiados, creo que no tenemos una alarma específica en algún lugar y aquí, más bien los fieles católicos son los que con su presencia constante en los lugares sagrados ayudan y hacen fuerza, resguardan todos estos lugares y desde luego en la ayuda oportuna de las autoridades», precisó.
Por este caso no ha habido personas detenidas; el copón es codiciado muchas veces por los ladrones debido a que se considera que este implemento está hecho en oro, sin embargo, aunque el objeto también es realizado de otros materiales, su valor en el mercado muchas veces supera los cuatro mil pesos.