Redacción
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El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y su homólogo de Chile, Gabriel Boric, dieron este lunes en Buenos Aires muestras de armonía personal y complicidad política, pese a las diferencias que ambos países arrastran por los límites de la plataforma continental, y abogaron por la unidad de América Latina y el refuerzo de la relación bilateral.
“Si bien durante mucho tiempo estuvimos mirando en otras direcciones, ya sea al norte o al Pacífico, con relaciones que nos interesa mantener y profundizar, nuestra base es América Latina. Chile es un pueblo latinoamericano, y desde ahí vamos a construir comunidad, región, cooperación e internacionalismo”, dijo el izquierdista Boric al comparecer junto a Fernández, de perfil progresista.
El mandatario chileno llegó el domingo a Buenos Aires e inició hoy una visita de Estado de dos días acompañado por varios ministros de su gobierno. Este es su primer viaje al exterior desde que llegó al poder el 11 de marzo pasado.
“Valoro mucho, Gabriel, tu presencia aquí. Tenés en mí un amigo para ayudarte en todo lo que esté a mi alcance, tenés en mí un aliado para lograr esa unidad latinoamericana y tenés en mí un cómplice para modernizar todo lo que haya que modernizar con criterios de igualdad”, dijo Fernández ante la prensa en la Casa Rosada, sede del gobierno, donde destacó el “enorme bagaje de experiencia” de su invitado pese a su juventud.
Los presidentes mantuvieron una reunión que incluyó la firma de convenios en materias como la igualdad de género, asuntos consulares y la protección de los derechos humanos, en una visita que busca “poder profundizar la relación” con el “pueblo hermano” de Argentina, recalcó Boric, que se mostró seguro de que “en materia de Estado, las políticas tienen que trascender a los gobiernos de turno”.
