Redacción
Nafissatou Thiam (Bruselas, 1994) no solo es la atleta más completa del mundo, sino la mejor de la historia de Bélgica con tres oros olímpicos en heptatlón, algo que no logró ninguna otra mujer, dos oros mundiales y el récord universal del pentatlón en pista cubierta. Y a sus 31 años, la consecución de su tercer título en el Mundial de atletismo de Tokio, en la combinada que se disputará el viernes y el sábado con María Vicente como representante española, se ha complicado con una guerra abierta contra la federación de su país.
La atleta se negó a firmar el código de conducta federativo, donde se le obligaba a usar Asics y Allianz, marcas rivales de sus patrocinadores privados Nike y Axa. «Yo a ese código de conducta lo preferiría llamar un contrato comercial que va mucho más allá del marco legal y no respeta mis derechos como atleta ni como persona», explicó Thiam, que como consecuencia a su decisión, cinco días antes de que viajara a Japón fue informada de que no podría entrar en el hotel, la pista y el campo de entrenamiento del equipo belga, y tampoco consiguió la acreditación de su fisioterapeuta sudafricano. «Son varias cosas que afectarán negativamente a mi participación en este campeonato», lamentó.
Thiam explicó la situación con lágrimas en los ojos en una rueda de prensa este martes en el Hotel Shinagawa de Tokio, donde contó la situación. «Cinco días antes tuve que reservar un alojamiento en Booking con mi propio dinero. Y además está la decisión de no acreditar a mi fisioterapeuta, que ha viajado desde Sudáfrica pero no puede entrar en mi entrenamiento. La última vez me atendió en la acera, frente a la pista».
La heptatleta recuerda que lleva representando a Bélgica desde hace 15 años y que nunca ha tenido problema en vestir la equipación nacional, pero que ese código «queda muy fuera del marco legal» y además no se le envió a los atletas hasta el pasado 6 de agosto, sin tiempo para poder discutir el problema con la federación y encontrar una solución.
«No está bien obligar a alguien, a una atleta, a firmar este tipo de contrato con cláusulas comerciales para permitirle participar en un campeonato para el que está clasificada», pide Thiam, según recoge DH Les Sports.
Por su parte, la presidenta de la federación belga, Jessica Mayon, acusó a Thiam de mentir. «No la expulsaron del precapamento. Tiene un contrato con la Adeps [la federación deportiva de la región de Valonia] desde hace varios años y recibe un salario fijo mensual, y también una beca que le reembolsa los gastos de entrenamiento, viaje y su participación en el precampeonato. Los atletas no tienen que pagar nada de su bolsillo. Todo está cubierto, pero decidió ir a otro lugar», explicó.
Sobre el asunto del fisioterapeuta, justificó que el equipo tiene un equipo médico de primer nivel y no pueden aceptar a fisios individuales para cada uno de los 47 atletas del Mundial de Tokio, según RTBF.

