Región 22
Con danzas, misas, procesiones y una vibrante muestra de devoción, dieron inicio ayer las tradicionales Fiestas de la Santa Cruz en el barrio de La Cruz, en la capital queretana. Esta festividad, considerada una de las más representativas del estado, reúne cada año a miles de fieles, danzantes y visitantes que rinden homenaje a la Santísima Cruz de los Milagros.
Desde temprana hora, el Mercado de La Cruz y sus alrededores se llenaron de música, incienso y coloridos trajes indígenas. La jornada inició con la bendición del adorno frontal, seguida de las tradicionales misas y la entrada de danzantes concheros.
“Es una tradición que traemos en la sangre. Venimos a pagar nuestras promesas, pero también a celebrar nuestras raíces”, expresó María Guadalupe Hernández, integrante de la Mesa de Danza de San Miguel, quien participa desde hace más de 20 años.
El programa incluye actividades del 13 al 15 de septiembre, con eventos religiosos, culturales y la participación de más de 23 mesas de concheros, quienes acompañan las procesiones con danzas ancestrales y rituales que fusionan la cosmovisión indígena con la fe católica.
“No es solo una fiesta, es una conexión con nuestros antepasados, con nuestros abuelos. Esta cruz nos protege y nos guía”, compartió Don Tomás Ruiz, capitán de danza del barrio de Hércules.
Además de las ceremonias religiosas, los visitantes pueden disfrutar de puestos de comida típica, artesanías, castillos pirotécnicos —aunque este año con menor cantidad de cohetes por medidas de seguridad— y la colocación de flores y papel picado en calles, casas y altares.
La Unidad Estatal de Protección Civil informó que se implementó un operativo especial para garantizar la seguridad de los asistentes, incluyendo reducción del uso de pirotecnia y cierres viales en calles aledañas.
“Queremos que esta tradición se viva con respeto, con fe, pero también con responsabilidad”, señaló Pedro Escobedo, coordinador del evento por parte del municipio.
Las Fiestas de la Santa Cruz culminarán el 15 de septiembre por la noche, previo al Grito de Independencia, cerrando con una gran misa y la última jornada de danzas y rezos.